La primera visita al pueblo de Villacañas la realizamos una mañana lluviosa el miércoles 1 de diciembre de 2010. Ese día en primer lugar visitamos el Ayuntamiento para comunicarles la decisión de hacer este proyecto contando con la villa como marco del mismo porque el dinero iba a repercutir en su industria local por excelencia. A continuación nos dirigimos hacia una fábrica en la cual nos trataron con respeto, les comunicamos la idea del proyecto a sus trabajadores que nos atendieron y además nos mostraron una serie de puertas que se ajustaban a la idea del proyecto. Negociamos un precio por las mismas acorde a la finalidad contando con el presupuesto del cual íbamos a disponer en caso de la concesión de la sala.
Con toda esta documentación fotográfica más los bocetos 3D de cómo iba a ser el montaje en la sala nos pusimos manos a la obra y maquetamos el dossier que a los pocos días entregamos antes del cierre de la convocatoria del ECAT.
¿Por qué este pueblo y no otro? ¿Por qué Villacañas y no otro que se haya dedicado también al monocultivo de una sola industria como el ladrillo, el mueble o cualquier otro derivado del sector de la construcción?
Principalmente hemos escogido este pueblo por 3 motivos:
1- Se encuentra en la provincia de Toledo y es más fácil para el público y la sala del ECAT que haya un enlace con la comunidad/región en la que se encuentra pese a que el tema tratado es nacional / global.
2- La simbología de la puerta y su riqueza como material de trabajo conceptual a la hora de abordar temas como: transparencia, opacidad, fragilidad, lugar de paso, transición, etc...
3- Por la carga mediática nacional e internacional que ha recibido la localidad los últimos años y el hecho de que sea un lugar fácilmente reconocible dentro del estado español.
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